28 de diciembre de 2013

Criteriologías

La Proposición I (en adelante conocida como AT) contiene la especificación acerca de la verdad referente a algún ser, así como el mecanismo para la construcción de la máquina correspondiente. La Proposición II (a partir de ahora la llamaremos JS) le niega cualquier crédito a sus pretensiones. Pero sucede que yo soy un un hombre (I' m a Man, sir) sumamente modesto en mis pretensiones, y no confío en saber de qué se trata exactamente. ¿Cómo iba a saberlo? Prácticamente no mantenemos relación alguna con el mundo exterior... Oigo lo que sostiene AT, miro la frase, me obligo a pensar, me levanto de mi asiento y doy una vuelta. Vuelvo a mi lugar natural, algo más confiado o indiferente. Ya le digo, señor, soy un ser humilde al que no se le han confiado secretos. Miro el otro papel. He tomado la precaución o el cuidado de ponerlo ahí enfrente en la pared, para poder alejarme y acercarme, según me convenga. Moviéndome hacia delante o hacia atrás pienso que pienso mejor, o esa ilusión me hago. JS. Un hombre, una máquina, esta habitación y la de al lado, el lenguaje de los chinos... Mi memoria no es demasiado buena. Creo a uno y a otro, a los dos al mismo tiempo, pero no tardo en olvidarlo. Se me ocurre que soy como esos hombres, con el ánimo trastornado, la faz sombría, que dan de comer a las palomas en los parques y que deberían ocupar su tiempo en tareas más encomiables.

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