24 de diciembre de 2013

Heteroficciones

Las vidas reconstruidas a partir de Wikipedia serían muy poco ejemplares, por no decir calumniosas. Esa herramienta tribal incluye las ocurrencias de impulsivos enciclopedistas. A veces uno desearía que fueran ciertas (a mí me asignaron un consulado en Barcelona), pero casi siempre son dudosas. ( Juan Villoro, supuestamente)
Del mismo autor, en otra parte:
 Una escena típica de nuestro tiempo: el visitante de un museo contempla la obra de arte a través de su cámara. No se limita a fotografiar; sostiene el aparato como una intermediación necesaria entre el mundo y su conciencia. Para él, las cosas existen cuando se registran en una pantalla. (...) En este nuevo horizonte de la percepción, los sucesos llegan filtrados por velos electrónicos. Más que hechos, contemplamos simulacros, espectros que los representan. Lo significativo es que los fantasmas se han convertido en principio de realidad: algo ocurre si es retratado. La imagen tiene rango notarial. (...) Una de las paradojas del orbe digital es que capturar imágenes tiene poco que ver con la contemplación, tarea que demanda lentitud. En tiempos regidos por el profano dios de la prisa, las imágenes sirven para guardarse; representan un capital simbólico y una prótesis: tenemos "buena memoria".

No hay comentarios: