Ora me da igual, ora vuelve la estúpida obsesión.
En cuanto al tiempo, alternancia de claros y nubes por el arco oriental mediterráneo. Si eso existe.
Casi todo lo que escribe Valéry sobre Descartes es provechoso y sencillo. Los manejos de un lector inteligente y francés, nada engreído. Pues él no es filósofo.
Páginas de El nombre de la rosa, Eco, y de M. Ordóñez, Una vuelta por el Rialto, que debí leer hace unos años, pero que no me convenció y me quedé por la mitad. Ahora soy otro. Necesidad de leer el tercer volumen de las Memorias de Pardo, que parece ser que significan una vuelta hacia el interior y la religiosidad. O sea, una reflexión.
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