Alguien que deja la casa donde ha acumulado, por no se sabe qué motivos, quizás para instrucción de sus herederos, algunos miles de libros adquiridos más o menos a bulto, pero de calidad, seleccionados por el librero. Se tiene que ir, ya digo, del sitio (yo creo que sé donde está la casa), dejando todo tal como está, a disposición del polvo y del olvido. Quizás haya tenido que emigrar por motivos de trabajo. Años, décadas, después, un conocido me hace saber la circunstancia, y que como yo soy tan aficionado a la acumulación libresca... pues que puedo disponer del fondo bibliográfico a mi discreción. Estaba despierto, pero como a mí estas cosas no se me suelen pasar por la cabeza en la vigilia debo pensar que no me había acabado de despertar...
***
Me ha tocado la lotería, 60 eurazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario