“El método de masacre que el clan de criminales de Pol Pot llevó a cabo sobre gente inocente de Kampuchea no puede ser descrito total y claramente con palabras porque la invención de este método homicida era enormemte cruel, por lo que nos es difícil determinar qué clase de gente era: tenían forma humana pero sus corazones eran corazones de demonio. Tenían rostros jemeres pero sus actividades eran puramente reaccionarias. Querían transfomar al pueblo camboyano en un grupo de personas sin uso de razón o en un grupo que no supiera ni entendiera nada. Que siempre agachara la cabeza para cumplir ciegamente las órdenes del Angkar.Educaron y transformaron a los jóvenes y adolescentes, cuyos corazones eran puros, gentiles y modestos en odiosos verdugos que se atrevían a asesinar a inocentes, e incluso a sus propios padres, familiares o amigos.Incendiaron el mercado, abolieron el sistema monetario, eliminaron libros de leyes y principios de la cultura nacional, destruyeron escuelas, hospitales, pagodas y bellos monumentos como el templo de Angkor Wat, que es la fuente pura del orgullo nacional y representa el genio, conocimiento e inteligencia de nuestra nación.Intentaron a toda costa suprimir el carácter jemer y transformar el suelo y agua de Kampuchea en un mar de sangre y lágrimas, privado de infraestructura cultural, civilización y carácter nacional. Se convirtió en un desierto de gran destrucción que trastornó la sociedad de Kampuchea y la devolvió a la Edad de Piedra.” (De aquí)Para quien tenga estómago, esta página.
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1 de diciembre de 2013
Del otro lado
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