4 de diciembre de 2013

Del buen gobierno

Se supone que en los actos libres y racionales reside la responsabilidad; que el bien y el mal, con respecto a la ley y la conciencia, derivan de esa misma fuente. Este gobierno posee el raro mérito, entre otros, de punir los desórdenes del cuerpo como si fueran actos del alma. O sea, que penaliza la enfermedad en aras del rendimiento económico, el ahorro o lo que se les pase por la cabeza. Si la tienen.

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