2 de enero de 2013

El olvido de la regla de oro

Lo que se demanda de una máquina (la resolución de problemas matemáticos y ajedrecísticos; la traducción de un lenguaje a otro) es básicamente lo mismo que se acaba demandando de las personas. En ningún lugar aparece el ofrecimiento.

Lo que representaba una conquista de la ingeniería informática (habría que considerar en qué respecto estos avances vinieron condicionados por los hechos de la II GM y la Guerra Fría) se acaba transformando un par de generaciones después en un programa de mínimos para la supervivencia humana. El Welfare State fue una ilusión, un mientras tanto.

Un programa de mínimos no significa que lo que se solicita de las personas sea una cantidad escasa de aptitudes. Al contrario: se pide el ajuste perfecto a un perfil, y solamente bajo esa condición se encuentran los avales de supervivencia...

Exageramos...

Sin duda.

Lo curioso es que fuera Michael Polanyi el tábano que incitó a Turing a entrar, nuevamente, en el terreno de la inteligencia artificial (p. 101) ...

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