Teleología histórica:
Si todas las cuestiones o intereses del ser humano se pueden simplificar y compendiar en una misma pregunta (el hombre se pregunta qué y quien es él), si el giro copernicano consiste en una conversión del edificio completo del conocimiento en antropología... es Darwin nuestro hombre, y la dinámica interna de la naturaleza, con tantos visos de diseño, está demandando una matemática para el oscuro azar de un universo que acaba generando su propio interrogante. No habría ciencia más digna que la biología, como en Aristóteles pero revuelto, y a mí me pilla demasiado tarde para esa aventura de conocimiento.
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