Verdad e historia, a vueltas con el platonismo

Bien, aceptamos el texto platónico como fundamento interpretativo del tiempo presente. ¿Quién nos lo va a impedir? Sin embargo, nos parece que se da una diferencia considerable entre la degeneración psicológico- social del régimen democrático en tiranía, según nos es contada en República, y el declive de las democracias liberales modernas, consumado totalitariamente. Creemos que la causa de esta divergencia existente entre el mundo antiguo y el moderno, aparte de la semejanza del desastre,  reside en el funcionamiento de un complejo tejido de reglamentos, leyes y esperanzas que vivifica el tiempo diario en las sociedades modernas con una actitud de básica confianza mutua, salvadas las excepciones. Quizás una paradoja, pero lo que yo creo es que la normalidad, la constancia de unas reglas, garantiza la fe en el progreso. Cuando las reglas se acaban deshaciendo en indiferencia general y anomia, no debe estimarse alejada la sazón de las revoluciones y sus tiranías consiguientes, pues no se mantiene excesiva fe en el hombre y sus obras. En fin, que donde Platón escribía "tiranía" -pues Platón era escritor- nosotros, los modernos, mucho más sabios y conectados al mundo, podemos vislumbrar anomia y crisis revolucionarias.