6 de noviembre de 2012

Carpe diem

Habrá quien le encuentre encanto al mostrarse atolondrado, ser olvidadizo y defectos similares. Yo cada vez menos. Me parece lo mismo que lo de practicar la filosofía ya de mayores. Aunque Platón quisiera torcer el argumento, señalando que cualquier vejez es poca y que la verdadera sabiduría es de ultratumba. O de la antevida. De cualquier sitio menos de este mundo. Será eso y nos tendremos que satisfacer con posibles.

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