2 de noviembre de 2012

La tarde (poema de la experiencia)

La tarde era estúpida. Dos puntos. Ni siquiera hay moscas que sobrevuelen a fin de entretener el sueño homicida de las arañas. Estoy yo, obsesionado con los pensamientos de otros. Finjo, o más bien fingía esta mañana, que traduzco de un idioma extraño, de un libro del siglo antepasado... Pienso, o lo finjo, la mayor parte de las cosas que se me ocurren cuando estoy en el camino. Menudencias, pecata minuta que van y vienen y se olvidan, abriendo un tiempo en el tiempo vacío. En el programa de radio mencionan un libro de Wolganf Flur.  Pero lleva razón mi médico. Dos puntos, de nuevo. Hay un momento en el que solamente nos satisfacen los libros que nosotros mismos escribimos. Aunque yo voy adelantado en eso, indirectamente... No leo libros, sino que leo en los libros, lo cual me parece pero que muy diferente---

Me parece que por entonces sus compatriotas no mandaban tanto. O quizás me equivoque. Sé que vendían Biblias y hablaban con los gitanos, y que aquí no sentían las gentes excesiva curiosidad por ellos (los extranjeros), que sí que se interesaban por las escenas románticas españolas, blanqueando en cierto modo nuestra leyenda oscura. Ya podían, puesto que el imperio era suyo. El nuestro, realmente, nunca fue de nuestra propiedad.

Hoy dicen los papeles (sic) que se ha muerto Agustín García Calvo. Lo que para los muy jóvenes no es ya ni mitología. Comenta alguno, o quizás es que se quiere fingir joven, que ahora todo eso es palabrería,  que lo que se lleva es la genética o el gato de Schrodinger.  Tendrá que ver la celeridad con la panceta! El asombro tecnocrático quiere despoblar las ágoras. Ha cambiado la forma de la religión conservadora.

2 comentarios:

José Antonio García Ramos dijo...

"Hay un momento en que solo nos satisfacen los libros que escribimos".
Aunque sean malos.
Hay que "apechugar" con ellos pues son el reflejo triste de nuestra misma(sic)vida.
Dispersarse a veces ,origina una síntesis importante como las líneas que has escrito en esta entrada.
Seguimos en el camino que lleva a ningún sitio..

José Antonio García Ramos dijo...

"Hay un momento en que solo nos satisfacen los libros que escribimos".
Aunque sean malos.
Hay que "apechugar" con ellos pues son el reflejo triste de nuestra misma(sic)vida.
Dispersarse a veces ,origina una síntesis importante como las líneas que has escrito en esta entrada.
Seguimos en el camino que lleva a ningún sitio..