Como volteriano (sector rural), siempre consideraré un honor dar cancha al rival:
Todos los años por estas fechas de morado pesaroso y de palma alegre, de espina roja y de blanco misterio, nuestros titanes de la aconfesionalidad suelen escribir, para quien quiera leerlos, indignadísimas piezas de afrancesamiento urgente en torno al fastidio que suponen las procesiones para la fluidez del tráfico o, abrevando más hondo incluso en el venero de la sociología, denuncian de corrido la España de charanga y pandereta, la beatería irrefragable, los vestigios torquemadianos y los atavismos oscuros de la sinrazón pietista, que parece mentira, en pleno siglo XXI, cómo es que todavía...
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