Si sendos Premios Nobel de Economía se contradicen, keynesiano el uno, ricardista el otro, qué va a pensar este particular, que no tiene npi del asunto, como en general de casi nada. Del artículo que me pasa X, prof. de Economía y sociólogo del IES (ahora también personaje de este Diario), saco en claro dos ideas: que si no fluye el crédito a corto/medio plazo, y si no se trazan estrategias sobre la producción, sobre el tipo de bienes que debe ocupar la actividad económica una vez que el ladrillo ha fracasado, y esto a un plazo más largo… las llevamos claras con las políticas de la austeridad de Don Mariano. Que conste, vuelvo a reiterar, que yo entiendo de esto como de la emasculación de los saurios.
Hay un sufrimiento en la desmemoria, y otro en el esfuerzo por recuperarla. Más si se une todo esto a una honestidad intelectual que a nadie le importa. A veces pienso en si no será cosa de enfermedades orgánicas del cerebro, y no meramente de estas angustias psicosomáticas de estudiante de Letras.
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