Este párrafo de don Antonio

El formidable Wallace Stevens fue también, como Ives, ejecutivo de seguros, y parecía exactamente eso. La foto que más me emociona de Primo Levi es esa en la que aparece en un laboratorio, vestido con su mandil de químico (...) El ejercicio de la medicina es igual de decisivo en la poesía de William Carlos Williams, el menos previsible, el menos clasificable de los grandes poetas de la lengua inglesa en el siglo XX.

Pienso en Kafka, en la compañia de seguros. Y que los puntos suspensivos entre paréntesis, el trozo que no he copiado, apuntan a un salto desde lo anecdótico a lo criminal... Mejor dicho: que entre las experiencia de Ives el músico, Stevens el poeta, por una parte, y Primo Levi, mártir y luego suicida por la otra, media la comprensión de quien es capaz (F. K.) de situar la extrañeza, el sueño, la pesadilla y el terror en el seno mismo de las instancias que racionalizan la existencia humana. Esto es, la burocracia y cómo se va enquistando en las almas y el lenguaje, en la ética...