El diario titulaba ayer una de sus noticias: "La mitad de los jóvenes menores de 25 años ya están en paro". El enunciado directo sugiere un tono muy distinto. No sé si me explico... Parece que se estuviera pronunciando entusiásticamente la promesa del pleno desempleo.
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A veces los lectores comentaristas de los diarios demuestran juicio, por lo menos a mi juicio: ni este gobierno ni el anterior tienen la más repajolera idea de cómo afrontar una crisis económica ( y a no tardar, social) como la que estamos viviendo.
Por de pronto este gobierno, inter alia, ha conseguido que una institución independiente como Amnistía Internacional ponga sus medidas sanitarias en el disparadero, ante la posibilidad de que las políticas de ahorro sirvan para quebrantar derechos humanos básicos. Otrosí: la suspensión del Tratado de Schengen durante una semana, el control fronterizo entre Francia y España, a fin de evitar que se cuelen indeseables en la reunión de señores neofeudales del BCE.
Sospechan desde hace tiempo la existencia de un plan de derribo controlado de la UE, y a título particular (esperando equivocarme, en serio lo escribo) me parece una completa estafa un gobierno que fía a la "legitimidad" de los votos unas actuaciones que en ningún momento concretó antes de las elecciones. Vaya por delante que yo tengo de izquierdista lo mismo que de seguidor del RM. Bien, habrá que recuperar la distinción entre "legalidad" y "legitimidad", sin limitar esta última a los decretos que permiten los votos. La legitimidad tiene que ver, ante todo, con una voluntad de verdad manifiesta...
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