4 de diciembre de 2011

Domingo por la mañana

Día claro, soleado, como corresponden al orden establecido en el mundo. Silencio, porque la luz que inunda no hace ruido.

2 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Es magnífico ese endecasílabo último. Huele a Rosales.

Martín López dijo...

La verdad, no sé qué decirle. Bueno, muchas gracias...