Hans Blumenberg y la caverna:
Con todo, el bardo o el mimo que al final se inclina ante el público por él cautivado ha ejercido más poder del que pueda alcanzar nunca cualquier patriarca de horda, caudillo de hueste, secretario general o funcionario: poder sobre las cabezas -y al cabo sólo ése viene a ser poder real-. (p. 35)
De aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario