11 de diciembre de 2010

Convencido (actos de fe)

La muerte del cuerpo es la muerte del alma. El cese de los pensamientos, de la memoria, de la identidad, etc. El alma es lo que resta en la memoria de los demás, allegados o no tan allegados, si las obras son perdurables. No soy ateo, sino aristotélico: el alma es forma del cuerpo. Estructura emergente, si queremos mantener la magia, pero nada más que una estructura anclada en lo real.

No hay comentarios: