21 de diciembre de 2010

Esta funesta manía del existir

No pienses sobre el mundo. Sus hechos avanzan según una inercia inefable. De nada habría de servir una previsión convertida en voluntad.

Tampoco pienses contra el mundo, según la misma razón. Coge una palabra y arrójala hacia arriba, a ver de cuántas maneras estalla.

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