Palabras
Todo es incierto, todo una pútrida y pestilente falacia; todo lo que digo y escribo lo es. Y por eso escribo. Y por eso hablo. Arrepentido de mis afirmaciones y de mis actos navego a la deriva en un bote cuarteado en donde el agua entra a borbotones. Una brújula estropeada y una vela hecha girones son mis únicas compañeras, y aún así quiero vivir. La idea del suicidio me asedia a diario, soy un suicida, un loco para el gran público; pero ésa es mi forma de libertad, la que me hace soñar y adorar mi mísera y genial existencia.
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