8 de julio de 2013

Moralitá, puttanesca moralitá

Entre los adultos soportamos toda clase de puñales y traiciones. Si fuera poco, podemos desgarrarnos nosotros mismos la piel o el ánima. Entre mayores el sadismo y el masoquismo son prácticas bien admitidas. Las religiones conocen bien el hecho. Pero que uno solo de los pequeños pueda sufrir por nuestra causa no entra en consideración, y firmaríamos sin demora una estancia eterna en el infierno con tal de evitarlo. Luego ellos podrán ser malvados a su modo. De momento están bajo nuestro cuidado. Quizás esta sea una forma de religión y salve el cristianismo a pesar de sus falsedades. Vos ya me entendés.

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