(De mi propia majadería elogio) Si el máximo tribunal, el de las garantías constitucionales, presume de su diferencia con un órgano judicial, debería hacer pensar a los ciudadanos. Que se constituye en miniparlamento o Congreso de urgencia, reproduciendo más o menos las mayorías del momento, componiendo comme il faut. Dos efectos se logran de este modo: la conformación de una instancia cuasi republicana en la cima de los poderes, como una cabeza elegida frente al trono hereditario, por indirecta y enrevesada que sea esta situación, incluso para comprenderla y aun enunciarla, en primer lugar; un decisionismo de fondo, inspirado en el capricho de las mayorías, por encima en importancia y fuerza de la sacrosanta trinidad de los poderes, en segundo. Un dios en la tierra. Que mi voluntad sea ley, y no a la inversa.
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