7 de diciembre de 2012

Tempora

A veces no queda más que la estupefacción. O el monasterio mental. Otros lo llaman viaje, emigración o exilio interior.

Quizás en esto como en casi todo sea mejor no pensar demasiado, a fin de poder vivir.

1 comentario:

Ana R. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.