7 de diciembre de 2012

Tormento

Supongo que el ser tan espeso, maniático, obsesivo, etc. con las palabras que escucho, las que leo, los pensamientos que pienso, etc. querrá o deberá significar algo, aparte de mis escasas luces. En Madrid había mucha gente por las calles, pensó.

Un libro, solamente uno. Eloísa y Abelardo, de Gilson, EUNSA.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé por qué, suscita tanta simpatía Abelardo, y pintan a Eloisa como mema, cuando más se parece a la dama boba. Ella siempre es fiel a sus convicciones, la de amarlo y hace una profunda reflexión sobre la naturaleza del amor humano. Él, por el contrario reniega de ella, quizás, no fue sincero y nunca la amó, mintió. Todos muy machistas, los antiguos y no digamos los modernos (Étienne Gilson)

Martín López dijo...

Pero no lo es (machista) Weintraub, La formación de la individualidad, quien se hace cargo del "soslayamiento" de Eloísa. Yo creo que ocurre también que Abelardo es uno de los grandes. Con un problema: su humildad frente a Dios no le impedía la soberbia con el resto del género humano.

Anónimo dijo...

Reconozco su humildad y quizás la soberbia es mía, sin quizás. En señal de exculpación, le recomiendo esta música para estos textos (Spem in alium de Thomas Tallis, motete a cuarenta voces)
http://www.youtube.com/watch?v=QnBNDTpZRq4