Inmediatamente caes en la cuenta de que
la serenidad también se alcanza con una adecuada comprensión del
mundo. Los libros sirven por lo que informan. Quieres conocer no
solamente la crónica de la destrucción del mundo, de un mundo, sino
las fases de la sociedad y el espíritu que han propiciado este
resultado presente. Para cocinar este plato hay que volver atrás,
siempre más atrás, y luego regresar al presente. Acabar concluyendo
que la historia es algo así como un destino o destinación. Si se
dice con palabras alemanas mal traducidas, mejor.
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