Elipsis del viaje
... pero acercarme a Despeñaperros y cambiárseme la cara es todo uno. Esta vez no hay curvas, sino un moderno túnel que cruza el puerto y viene a salir por esa venta pintada con la bandera de España que seguramente tiene una estatua de Franco a tamaño natural recibiendo a los comensales. Entramos en la Mancha, vemos molinos de viento, de los antiguos y los modernos con aspas aerodinámicas, bodegas con balaustradas y aires de Falcon Crest, rectas interminables. Madridejos, una premonición del horror que espera delante. Ocaña, Aranjuez, la jindama que aprieta, se divisa a lo lejos el monstruo de hormigón envuelto en una nube contaminante, smog le llaman los ingleses...
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