Posturitas es un ordinario y un disinificante -añadió Silvestre-, y eso de poner motes es de tíos. Su padre es un tío, su madre una tía, y sus tías unas tías. Viven de chuparle la sangre al pobre, y ¿qué te crees?, al que no desempresta la capa, le despluman, es a saber, que se la venden y le dejan que se muera de frío. Mi mamá las llama las arpidas. ¿No las has visto tú cuando están en el balcón colgando las capas para que les dé el aire? Son más feas que un túmulo, y dice mi papá que con las narices que tienen se podrían hacer las patas de una mesa y sobraba maera... (B. Pérez Galdós, Miau, cap. 1.)
Obsérvese el antisemitismo expiatorio en este fragmento de la novela galdosiana sobre los funcionarios cesantes. Como para proporcionar ideas acerca de una nueva bajada de sueldo. Por no mentar la obligatoriedad del cese.
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