Seguramente las dije. Tengo mala memoria. Lo sabéis. Sospecho de mi salud (físicamente hablando). Ventanas y caminos nos conducen a otra parte. La senda puede ser de tierra, de montaña o en llano, recta o serpenteante. Esta variedad no debe importarnos demasiado, sino la función. Salir de, llegar quizás. Algunas personas, puede que de distintas generaciones, somos ganados por las mismas imágenes. Como éstas son objeto, para nosotros, de un interés algo más que estético, un interés otro que el de lo meramente bello, las imágenes, estas imágenes, se nos transforman en figuras de otra cosa distinta: lo que anhelamos, considerado desde lo que no somos. El viaje, el sentido del camino, como una instancia de Kavafis. Toda la vida así.
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