5 de diciembre de 2010

Convencido

De que todo no va al diario. El dolor es impublicable.

De que el reloj va anudando derrotas, clamando en silencio: la arena cae inadvertida en el abismo. Un desierto, el alma.

1 comentario:

Jesús de la Palma dijo...

Ni siquiera mediante metáforas lo es. Lo más intrínseco del mismo siempre queda para sí. Es nuestra posesión más preciada.