En la página enlazada del diario:
Cada película de Alfred Hitchcock tiene su propio icono arquitectónico: la mansión de 'Rebeca' (1940), el hotel y la casa de Norman Bates en 'Psicosis' (1963), la casa de Bahía Bodega en 'Los pájaros' (1963), la sede de la ONU en Nueva York y la casa en la montaña de 'Con la muerte en los talones' (1959) en la que imita los diseños de Frank Lloyd Wright, llegando a incluir un elemento arquitectónico en el título de 'La ventana indiscreta' (1954).
Stanley Kubrick comparte la pasión por la arquitectura, y son memorables la estrechas relaciones que establece los edificios y las historias de sus mejores obras. En un hipódromo se escenifica 'Atraco perfecto' (1956), una vivienda es cómplice en la obsesión de Humbert Humbert por 'Lolita' (1962), la nave espacial acoge '2001: Una odisea del espacio' (1968), la casa que asaltan los violentos de 'La naranja mecánica' (1971) convierte el asesinato en una 'performance', y el hotel de verano de 'El resplandor' (1980) trastorna a Jack Torrance.
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