Acabo con la tercera parte de la trilogía memorialista de Jesús Pardo, Borrón y cuenta vieja. Texto culminado cuando J. P. entra a octogenario. Me apasiona, creo que es un amor constante, el género, se vaya más o menos hacia los márgenes, a veces extralimitándose hacia territorios de invención.
Me cuesta a veces mucho trabajo pensar, elaborar hipótesis, seguir argumentos, descifrar intenciones. Sé decir mis pérdidas, no sé recolectar ganancias.
(Autoficción) Un texto que desborde, de narraciones hablamos, el ámbito de la referencia y que vaya al mundo fingido, o que se dedique a existir entre esos bordes fluidos...
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