Sebreli escribe que posiblemente es
Mitologías el libro que acabe perdurando, de los de Roland Barthes. El motivo es que en sus texto se como den y recogen momentos de la cotidianidad de una época, los 50, que de otro modo acabarían ignorados. Sin menoscabar este valor documental del libro barthesiano (p. 258), yo me sigo quedando con el delicioso
Roland Barthes por Roland Barthes.
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