29 de noviembre de 2013

Contribuciones bélicas

Sherlock Holmes y la voz del terror (1942) es la particular contribución, cinematográfica, del personaje de Conan Doyle al esfuerzo bélico inglés contra la amenaza nazi en la II GM. El anacronismo de la participación del genial detective se justifica, de modo inmanente, porque, como figura al principio en los títulos de crédito de la película, se trata de un arquetipo eterno, de un mito, en suma. O sea, que vale para un roto y para un descosido. El individualista y cerebral Holmes recurre a la ayuda de los más bajos y equívocos estamentos británicos (no solamente ingleses) para acabar con la conjura y con las amenazas radiofónicas (veremos que el enemigo anida en casa) emitidas por La voz del terror (no La voz de su amo, que es otro asunto, pacífico y respetable). Esto es, que la nación en guerra, funciona como cuerpo, al modo de un organismo en el que valen por igual el alto mando y el pueblo (únicamente se requiere que haya un mediador atractivo; y a fe mía que la actriz es guapa). Un cuerpo, naturalmente, no está libre de producir sus propios gérmenes, o de cobijarlos si vienen de fuera... En fin, que aparte del carácter teatral de esta producción en concreto, del abuso cronológico que implica trasplantar a Holmes & Watson desde la era victoriana hasta el año 1940, no se puede negar el encanto y utilidad histórico-filosóficas y todo eso. En particular a causa del melancólico paralelismo que viene de saber que la lógica pura de Sh. Holmes, heroica y crepuscular, coincide en el tiempo con los esfuerzos de Alan Turing y otros genios de la lógica matemática moderna por desactivar, desencriptando, deconstruyendo, etc. los planes de dominio, Nietzsche, Wagner y toda la tropa en armas, del IIIer. Reich.

Aunque a mí quien me inquieta es von Neumann, un auténtico diablo presente en todos los avatares del maligno: armamento, máquinas, economía. Esto es, en los jinetes aggiornatos de este tiempo.

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A propósito, vayan estas calificaciones que da Watson a Holmes, a ver si podemos lograr que el detective se saque el título de la ESO por competencias. Cito de la wikipedia, que aunque no es literal sí que me parece bastante fiable en este punto, hasta donde he podido comprobar, que no es mucho (no tengo por aquí Estudio en escarlata, título al que se remite) Rectifico: la wikipedia, o sea el autor del artículo, reproduce, casi, la letra del texto de Conan Doyle:

  • Literatura. — Sensacionalista. (Sin embargo en "El signo de los cuatro" cita a Goethe y a La Rochefoucault, además de mostrar su conocimiento del escritor Jean-Paul). ??? (Interrogación mía.)
  • Filosofía. — Cero.
  • Astronomía. — Cero.
  • Política. — Ligeros.
  • Botánica. — Desiguales. Al corriente sobre la belladona, opio y venenos en general (puede distinguir el lugar de cultivo de la planta, día y tiempo de consumo estudiando una colilla de cigarro). Ignora todo lo referente a los cultivos prácticos y jardinería.
  • Geología. — Conocimientos prácticos, pero limitados. Distingue de un golpe de vista las clases de tierras. Después de sus paseos por Londres puede debido al color y consistencia definir de que parte de toda la ciudad es cada una de las manchas de barro en su pantalón.
  • Química. — Exactos, pero no sistemáticos.
  • Anatomía. — Conocimientos profundos. (??? Me parece que es al revés; que esto es para la química,. y viceversa.)
  • Literatura sensacionalista. — Inmensos. Parece conocer con todo detalle los crímenes perpetrados en el siglo XIX.
  • Música. — Toca bien el violín.
  • Combate. — Experto boxeador y esgrimista de palo y espada. (Sin embargo, en La aventura de la casa deshabitada, de 1901, Sir Arthur Conan Doyle menciona que Holmes tenía algún conocimiento de «baritsu», refiriéndose al bartitsu, arte marcial ecléctico enfocado a la defensa personal que fue desarrollado en Inglaterra entre 1898 y 1902).
  • Leyes. — Tiene conocimientos prácticos de la leyes británicas
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