Para Nietzsche el hombre es capaz de sufrir lo indecible siempre y cuándo sepa por qué y para qué sufre. Ése es el motivo de que, enfrentados al dolor sin sentido, busquemos desesperadamente darle alguna clase de interpretación. De ahí el mecanismo de la culpa. Un precio siniestro para escapar del azar que siempre estaremos dispuestos a pagar. (antoniolopezpelaez.com)
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