Así no vamos a ninguna parte, por Paul Krugman, Nobel Prize, que no sé lo que es.
Verbigracias:
... a principios de 2010, la economía de la austeridad —la insistencia en que los Gobiernos debían recortar el gasto a pesar del desempleo elevado— hizo furor en las capitales europeas. La doctrina afirmaba que los efectos negativos directos que los recortes del gasto tendrían para el desempleo se verían contrarrestados por los cambios en la confianza, que las reducciones salvajes del gasto llevarían a un aumento repentino del gasto de los consumidores y de las empresas, mientras que los países que no efectuaran los recortes verían huidas de capital y unos tipos de interés por las nubes. Si esto les parece algo que Herbert Hoover podría haber dicho, están en lo cierto: lo parece y lo dijo.
2 comentarios:
Es lo que tiene la Economía, que dan el Nobel Prize a gente que defiende posturas enfrentadas. Eso es lo malo, que son posturas, nunca tesis contrastadas, más que nada porque el ceteris paribus brilla siempre por su ausencia. De momento, y lo dice un aficionado de salón, en España lo que nos hace falta es gastar más, para llegar antes al corralito...
Le diría yo que los ceteris paribus los ponga el gobierno, que para eso pagamos impuestos. Digo yo. Lo del corralito ya me asusta más...
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