Qué hartura, por Dios, y qué desazón! Trabajo, es un decir, de sísifo.
y los exámenes que no les veo fin,
ni a los textos
y luego está el miedo que nos produce lo que nos cuentan, en torno al cual no tenemos nada que decir, y es lo más decente que hacemos esa tarde
callarnos y rezar (si es que supiéramos, o solicitud a entidad homologada)
siempre podemos volver a Wallace Stevens, a la manera sombría, más seria que negra, de ver las cosas y reproducirlas negro sobre blanco, tras musitarlas en silencio y rumiarlas, ásperas y heladas, tal y como se van conformando tal y como se desgastan los relojes, eternos aprendices de Física
No hay comentarios:
Publicar un comentario