24 de febrero de 2012

Permítame

Perfecto, sí, de acuerdo, dabuten... Pero yo (alumno imposible y rastrero, pedante de m) introduciría, ejem, colocaría un modesto EN. Un pequeño matiz (kabronazo!). "Pensar en lo que se escribe". La enfermedad (mental) consiste en que la sintaxis ha desplazado a la semántica, en que hay que buscarle un acomodo en el mundo a los signos sueltos. Genialidad de la matemática o de la poesía, de las cuales estamos tan distantes los aristotélicos.

1 comentario:

José Miguel Ridao dijo...

Pero es que no es lo mismo "pensar lo que se escribe" que "pensar en lo que se escribe". En el primer caso llega uno, se sienta, abre el ordenador y se dice, bueno, a ver qué escribimos hoy, y con más o menos esfuerzo salen sus rengloncitos, el pensamiento ha tirado de la escritura. Lo decía Unamuno en una cita que rescato:

El hombre que da en llevar un diario -como Amiel- se hace el hombre del diario, vive para él. Ya no apunta en su diario lo que a diario piensa, sino que lo piensa para apuntarlo.

"Lo piensa", que no es lo mismo que "piensa en ello".

Pienso de que es un poco lioso, anyhow...