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21 de noviembre de 2009
Sábado por la tarde y un poco de niebla
***
-Entonces -dijo- no querrá actuar en política si su preocupación es, en efecto, la que queda dicha.
-No, por vida del perro -contesté-: actuará, e intensamente, en su ciudad interior, pero no de cierto en la ciudad patria a menos que se presente alguna ocasión de origen divino.
-Ya entiendo -dijo-: quieres decir que sólo ha de ser en la ciudad que veníamos fundando, la cual no existe más que en nuestros razonamientos, pues no creo que se dé en lugar alguno de la tierra.
-Pero quizá -proseguí- haya en el cielo un modelo de ella para el que quiera mirarlo y fundar conforme a él su ciudad interior. No importa nada que exista en algún sitio o que haya de existir; sólo en esa ciudad actuará y en ninguna más.
-Es de razón -dijo él.
(Platón, República, Libro IX, 592a-b)
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