19 de noviembre de 2009

Respirar

Decir que no hay nada que decir; escribir que no hay nada que escribir. Positividad fatal.

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Michael Mann, Fascistas; Beckett, Molloy. Y Platón. La obligación de hacerse mayor y estudiarse el ciclo: República, Leyes.

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Recordemos a W., igual que buenos maestros a buenos alumnos: la tarea de la filosofía como aclaración, o esclarecimiento de su falta de lugar, de su no-lugar reflexionado entre las afirmaciones sintéticas contingentes de las ciencias y la seguridad estéril de la lógica.

Con eso no se ha llegado a ningún sitio y siempre se puede recomenzar: moral, política, arte, etc.

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