23 de noviembre de 2009

Viaje a A.

Materia formal: conciliábulo de filósofos en la universidad. Todos juntos en una sala: el sueño de cualquier sofista con bomba. Decidido a volverme enteramente platónico (tonto para el resto del mundo, ya lo sé), a predicar eso del alma inmortal y simple. Esta noche, dios mediante, empiezo con las Leyes.

(Vuelta de A., por la carretera de la sierra, trazando como buenamente podía todas y cada una de sus curvas deliciosas. Gracias sean dadas al altísimo por poder contarlo.)

***

Para desarrollar (desde un p. de v. platónico, naturalmente): el egoísmo universal que dice Sch., y que actúa a la mayor gloria del genio de la especie. O de la economía o de la razón.

¿Por qué se volvieron paranoicos en el trayecto del XVIII al XIX? Porque cada uno suponía, detrás de lo que hay, una voluntad sustentante. Pero ellos habían renunciado a Dios...

***

A punto he estado de comprarlo, y por lo mismo no lo he comprado. Hoy no quería duelo.

No tengo ni que pararme a reflexionar. Estas escrituras íntimas, estos abusos editoriales, son las necesarias. La verdad entre tanta cochambre.

***

Totalmente incorrecto, prohibido pensarlo: la educación universal perjudica la calidad cultural. La libertad tiene límites. ¿La ironía también?

No hay comentarios: