Sócrates: -¿Y qué diremos del justo? ¿En qué asunto y para qué efecto está su especial capacidad de favorecer a los amigos y dañar a los enemigos?
-En guerrear contra ellos o luchar a su lado, según creo.
Sócrates: -Bien. Para los que no están enfermos, amigo Polemarco, es inútil el médico.
-Verdad.
Sócrates: -Y para los que no navegan, el piloto.
-Sí.
Sócrates: -Así, pues, también el justo será inútil para los que no combaten.
-En eso no estoy del todo conforme.
¿Y Polemarco sólo acierta a decir "no estoy del todo conforme"? Veamos... ¿El justo para con nosotros no sería nuestro amigo? Si así es, ¿no será el justo en tiempo de paz, sencillamente, nuestra más grata compañía? ¿Y durante el combate toda nuestra preocupación?
-En guerrear contra ellos o luchar a su lado, según creo.
Sócrates: -Bien. Para los que no están enfermos, amigo Polemarco, es inútil el médico.
-Verdad.
Sócrates: -Y para los que no navegan, el piloto.
-Sí.
Sócrates: -Así, pues, también el justo será inútil para los que no combaten.
-En eso no estoy del todo conforme.
¿Y Polemarco sólo acierta a decir "no estoy del todo conforme"? Veamos... ¿El justo para con nosotros no sería nuestro amigo? Si así es, ¿no será el justo en tiempo de paz, sencillamente, nuestra más grata compañía? ¿Y durante el combate toda nuestra preocupación?
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