Dispón las palabras, una detrás de otra. Luego quitas las que sobran -escuchas.
Al quitar lo inútil, hallarás lo que no había -pensamos después. Creación. A la que se ayuda.
La lengua aparece, a estos respectos, como la materia más pura: no está dada en la naturaleza, sino que se la encuentran los seres humanos en el despliegue, por ellos mismos efectuado, de una naturaleza en grado de tentativa, abierta, potencial. El poema habla; a otras artes hay que hacerles hablar.
(Los sueños nos cuentan verdades evidentes, en representaciones plausibles, con personajes que reconocemos porque pertenecen a nuestra vida diurna.)
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... Sin embargo, tampoco es desestimable el automatismo del lenguaje, que permite emitir proposiciones verdaderas sin que la inteligencia esté activada...
... o que nos deja las migajas del comentario, a fin de engalanar con modestia el texto que posee autoridad. La posee, sin nosotros, pero también interesa que nosotros nos convenzamos de que no está muerto...
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