2 de febrero de 2013

Un texto de 2008


En contra de lo que se ha dicho y escrito, el régimen militar liderado por el general Franco era racista. Los militares golpistas se consideraban parte de una raza hispánica superior (el día nacional se llamaba el día de la Raza), superioridad que le otorgaba el derecho de conquista y sometimiento sobre otras razas inferiores, entre las cuales incluían la raza de los republicanos rojos (término utilizado por la dictadura hacia aquellas poblaciones que se opusieron al golpe militar y a la dictadura). El ideólogo de tal doctrina era el militar psiquiatra Vallejo Nájera, que dirigía los Servicios Psiquiátricos del Ejército. Parte de su formación había tenido lugar en Alemania, habiendo estudiado las teorías racistas nazis de las cuales era un ferviente admirador. Su interpretación de la raza, sin embargo, contenía un fuerte componente político-cultural y psicológico más que étnico, aunque incluía elementos antisemíticos en su definición. Fue nombrado por el dictador director del Gabinete de Investigaciones Psicológicas con el objetivo de estudiar la raza española y su superioridad, con la intención de purificarla eliminando cualquier forma de contaminación que diluyera su pureza. Sus teorías quedaban reflejadas en sus libros, incluyendo Eugenesia de la Hispanidad y regeneración de la raza, en el que definía raza como espíritu. (V. Navarro, en El País) 
Los huevos de Ortega pasados por el agua de la Gestapo:
Vallejo Nájera tenía un gran desprecio para las personas corrientes y creía que la sociedad moderna necesitaba de una "minoría selecta... con espíritu aristocrático... imbuido en una misión especial de salvar al país y a la raza". (Ibíd.)

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