No siempre se encuentra algo que contar, y el ánimo está
torpe y las edades no perdonan. Viajes en coche, cafés y conversaciones
inocentes, visitas al hiper… Paso por delante de la tienda de cerámica, los
jefes están dentro, conversando. Un antepasado murió en la guerra, fusilado por
los franquistas. No está bien pensar en estos asuntos cuando no se encuentra
nada especial que deciros.
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