2 de febrero de 2013

Por la noche

Tranquilidad y buenos alimentos, y una conexión perruna. Desfase: tengo una blackberry, que dicen que es de lo más in. Cien páginas para acabar la novela de B. P. No he encontrado el libro que buscaba: Víctimas de la G. C. Sí Tiempo de destrucción. A ver si hay fragmentos ensayísticos, que es lo que me apasiona de la ficción. Así empecé con E. Sabato y con mi pulsión investigadora, entre la filosofía light y la narrativa fuerte. No recuerdo si es Ricoeur quien apunta que algo así sostiene ¿M. Robert?* acerca de la transición del idealismo alemán a la literatura de Proust... Pero ha pasado más de una década desde que leí eso...

*Más tarde, al día siguiente: Pues no, sino Anne Henry, a propósito de Proust (Proust romancier...), y de paso entroncamos con La montaña mágica, la bildungsroman de Th. Mann. Ricoeur, que la cita, escribe que para esta autora el marco de la novela educativa significa una degradación del problema filosófico romántico de la unidad perdida a una psicología del tiempo perdido. Por aquí veo yo el tránsito de la filosofía hacia la autobiografía, la ficcionalización de esta y, a la postre, la reivindicación de una verdad narrativa y nietzscheana. Si la verdad fue una invención desde el logos, al final el yo puede legítimamente proceder a reivindicar sus mentiras. From Plato to Nietzsche, mediando Descartes. Vid. Ricoeur, Tiempo y narración, II, Siglo XXI, 1998, pp. 587-588.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No, si al final acabará usted con un hay-fon

Martín López dijo...

Y con el hay-pas.