21 de noviembre de 2010

Dar la razón

Esta entrada (O sea, re-reincidiendo, porque ya la había copiado el 3 de oct. Sorry por el exceso.):


06/02/09


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MLLFeb 6th, 2009 - 0:28 
Lleva Vd. razón. Pero el dar la razón sucede desde una especie de otro mundo, que no puede ser el de la ciencia. Quizás si el (ámbito del) imposible juicio sobre el mundo que plantea Wittgenstein; esto es, de la valoración ético-estética, teleológica o como queramos sobre los hechos (i. e., la ciencia natural). Si he entendido a Kant (pero esto no lo puede decir la ciencia; sino que lo tiene que determinar mi inteligencia u otra superior a la mía, o sea casi todas), si lo he entendido me parece que académicamente una filosofía que prescinda de los conocimientos científicos resulta un pretencioso disparate, supersticioso o peor. De acuerdo. Pero otra cosa es lo que cabe decir “mundanalmente”, para ciudadanos libres y racionales(filosofía en sentido cosmopolita), una vez que el ágora ateniense se ha hecho virtual, ergo universal; gracias a la ciencia, pero gracias también a la razón que primero fue filo-sófica o proto-científica. En eso creo que debemos ser flexibles, no sea que, realmente, so capa de introducir rigor científico y experimental en el manejo de los conceptos, se nos cuele la prohibición de pensar libremente (los que no son o no somos científicos, ¿no tenemos la capacidad de pensar sobre asuntos comunes, o sobre asuntos poéticos?); i. e., de jugar con las palabras, a ver si de ellas salen cosas. esto tendrá el riesgo del escolasticismo o el verbalismo, pero como no creo que tengamos otro acceso que el lingüístico a la naturaleza (al ser) me parece a mí que de ahí puede venir no poco provecho. Al fin y al cabo, si Platón llevaba razón, la justicia es obligación común para los seres humanos, se trata de un sentido que en todos debe estar, y por lo tanto discutirse. A partir de ahí caben todas las argumentaciones científico-experimentales, pero los axiomas o principios filosóficos son anteriores. (Naturalmente que los axiomas o principios en letra pequeña, no nos importe concederlo.) Personalmente, concluyo por el momento, tengo claro que para la superstición no resulta peligroso el “cientificismo”, que es cosa de expertos, sino el libre pensar generalizado. Pues bien, aquí está el lugar de la filosofía, como un lugar político, sin límites. Con grandes regiones para la ciencia en el continente del saber, pero con una pequeña reserva de personajes en un país estrafalario y minúsculo. Atentamente, Martín López, Almería.
PUBLICADO POR MLL EN 10:09 AM

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