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26 de noviembre de 2010
Que vienen los tártaros (ficción impolítica)
Cuando los gobernantes son cada vez más necios y desvergonzados, y más dócil la sociedad que los tolera, un olor a pólvora que se respira desde el horizonte parece traer la solución malthusiana, o el polvo que levantan los caballos por el camino de costumbre. Antes de esto, extraños dioses han amueblado nuestras mentes, dejándolas listas para la cobardía y la rendición. Los admiradores de Juliano son pocos en estos días postreros y de podredumbre. Beben su vino en tabernas pobres y conversan en silencio con los amigos. Ni siquiera albergan temor, puesto que no guardan esperanzas.
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