6 de octubre de 2010

Esa perra compasión

Releo azarosamente (bien, no del todo) algunas notas que he ido escribiendo a lo largo de estos cinco años. Por encima, por debajo o por detrás del cambio de las estaciones, de los nombres, de los libros, etc. puedo decir que siempre he tenido frío... y algo de soberbia. Si lograra hallar alguno de los cuadernos que escribía hace casi treinta años (desde entonces hasta 2006 no escribí casi nada, y lo poco que escribí lo perdí meticulosamente) seguramente advertiría que el tono era el mismo. Mi aprendizaje consiste en una pérdida sin sentido.