Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
Texto que, en efecto y por lo que llevo leído, es extraordinario. (También como plasmación narrativo-argumentativa del döppelganger, y en un escenario forestal idílico.)
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