Un paraguas sobre una mesa de disección: no se nombra, denota, describe, etc. al objeto surreal, que no es más que el objeto en general en su extrañeza; se nombra, denota, describe, etc. al sujeto que ha pasado por la quirurgia analítica, tal y como se practica sin concesiones compasivas, en los momentos de mayor lucidez. El desinterés epistemológico, aplicado sobre el propio sujeto existente, aboca sin remedio, creo yo, a esa reducción mecánica y mostrenca (?) de la vida y sus supuestos brillos.
Ps. Que la memorie tergiverse no tendría que amargarnos.
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